viernes, 29 de octubre de 2010


No te detengas
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos
por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo
y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...
Walt Whitman

jueves, 28 de octubre de 2010



Instrucciones para la niña que una vez fui

Querida Fanny:

Algún día crecerás y verás la vida de otra manera, las cosas cobrarán otra dimensión, vendrán las responsabilidades, las preocupaciones y la conciencia de que nada resulta tan fácil como en la niñez en la que solo nos ocupamos de nuestros juegos y las decisiones las toman los adultos.
Por esa razón quiero que recuerdes algunas cosas, que a mi juicio, te serán necesarias en determinadas circunstancias que te toquen vivir.

Primero: nunca dejes de soñar, los sueños, aunque nos parezcan lejanos o imposibles, son los que nos mantienen vivos, los que mantienen una llama encendida en nuestro corazón.
Segundo: nunca permitas que los demás te digan lo que tienes que hacer, ya que nadie tiene poder sobre otro ser humano, solo uno mismo es idóneo para decidir cómo actuar.
Tercero: sé libre, crea tus propios juicios, no te dejes llevar por opiniones ajenas o porque todos piensan igual, si tú consideras que tu opinión es la correcta no la cambies.
Cuarto: ten principios y mantenlos no hay satisfacción mayor.
Quinto: lucha frente a las dificultades, no te dejes abatir por ellas, si somos más fuertes que nuestro enemigo, seguro que ganaremos, no te rindas!
Sexto: valora a tus seres queridos, los que te han brindado cuidados, los que han trabajado por ti o los que simplemente están ahí cuando los necesitas.
Séptimo: siempre que puedas, ayuda a los demás, cuando ayudamos a los demás, estamos ganando nosotros, nuestro corazón se enriquece y esa es la mayor riqueza a la que podemos aspirar.
Octavo: sé feliz y disfruta de las pequeñas cosas de la vida, ya que esas “pequeñas cosas” son las que nos hacen realmente felices.
Noveno: no menosprecies a nadie por no ser como tú o no piense igual que tú, ten amplitud para poder aceptar y comprender a esas personas.
Décimo: conserva siempre la energía y la vitalidad de la juventud, no importa la edad que uno tenga, se mantendrá joven si su corazón y su mente lo son, mantener la alegría, hacer surgir la esperanza, aún en momentos de dolor, que seguramente los habrá, es lo que nos mantiene jóvenes y vitales y es lo que nos llevará a decir al término de nuestra vida que valió la pena ser vivida.
Y no olvides que el día más importante es el que estás viviendo en el presente y la persona más importante es la que tienes delante, no esperes a ser feliz en un futuro, no esperes determinado evento para ser feliz, o determinada persona, tal vez ni uno ni otro lleguen, o sí, pero de todos modos ya tienes lo que necesitas que eres tú misma, aprecia el regalo de estar viva, y vive tu vida al máximo.
Espero que esta lista de instrucciones sirvan de algo y sean una guía para que tengas una vida rebosante de plenitud y bienestar.


Con mis mejores deseos...
 
 
Cuando algo se rompe


Mi vecina tenía un gran jarrón, no era muy costoso pero era bonito y le había cogido cariño, uno le va tomando afecto a los objetos de la casa, se va apegando a ellos ya que forman parte de la historia de una familia, ellos siempre están ahí durante diversas situaciones que vivimos como el nacimiento de un hijo, los cumpleaños, la llegada de alguien, la partida de alguien, en fin todo aquello que conforma lo cotidiano, el diario vivir y que de alguna manera u otra va marcando nuestra existencia.
Cierto día, soplaba un fuerte viento y mi vecina tenía sus ventanas abiertas y el dichoso jarrón cayó al suelo hecho añicos.
Con mucha paciencia, y tristeza por parte de mi vecina, fuimos juntando los pequeños trozos tratando de encajar uno por uno, pegándolos en su sitio.
El jarrón quedó nuevamente armado y aunque tenía la misma forma ya no era el mismo de antes.
Lo mismo sucede, a mi entender, con las relaciones humanas.
Cuando alguien traiciona nuestra confianza, tal vez seamos capaces de perdonarle, pero no va a ser lo mismo, van a quedar huellas en esa relación como las marcas del jarrón roto, algo se rompe dentro nuestro y aunque nos esforcemos en recomponer las cosas, nunca volverán a ser lo que eran.
Cuando sufrimos un dolor muy intenso, es posible remontar ese sufrimiento y seguir adelante, pero en nuestro corazón seguramente quedarán cicatrices, también como las del jarrón.
Cuando algo se rompe, es inevitable sentir tristeza, es inevitable que nos sintamos diferentes, como perdidos y desorientados, solos y desamparados.
Sin embargo, el darnos cuenta que podemos juntar los pedazos y seguir adelante, es reconfortante, porque las cicatrices, ¿no serán un signo de que hemos luchado y hemos vencido?